Jun 14, 2011

Museos sobre Brujería

El tema de la brujería siempre ha tenido fanaticos al rededor del mundo, miles y miles, ahora tenemos los fans la opcion de ir a museos a ver lo que en esas épocas, consideraban como brujería.

No tengo idea de como se vea este tema en Asia, pero tanto en América y Europa, es punto y aparte, más allá de las famosas Brujas de Salem.

No he podido encontrar más información sobre el Museo en Francia e Islandia en español, espero poder complementar más esta información próximamente.

Museo de la Brujería en Segovia, España



Momias, reliquias, fórmulas mágicas y venenos son algunas de las inquietantes piezas que se exhiben en el "Antiguo Museo de Brujería", que ha abierto sus puertas en Segovia, de forma permanente, con el objetivo de mostrar una parte del oscuro mundo de la nigromancia y la brujería.

El museo, ubicado en pleno corazón del centro histórico de Segovia y a apenas 200 metros de la Catedral, muestra la colección de 300 piezas de brujería tradicional de la Europa mediterránea y central datadas entre los siglos XVI al XX, pertenecientes a un coleccionista italiano denominado "Señor Alessandro".



Hasta su llegada definitiva a Segovia, la exposición tuvo carácter itinerante y se ha podido ver en cerca de medio centenar de ciudades en España, Italia, Portugal, Holanda y México con un gran éxito de público, según sus promotores. Alessandro Alviani, responsable de la empresa Grupo Atrox, gestora de la colección, explicó que tras varios años de itinerancia se buscó "una capital que pudiera ser la sede definitiva para el museo, y elegimos Segovia tanto por su historia como por su indudable atractivo turístico".

Asimismo, indicó que la elección del local que alberga el museo "también ha sido la más correcta, ya que en su sótano se encontraba un antiguo asentamiento judío en el que había varios enterramientos de hombres y niños que huían de la persecución tras la expulsión decretada a finales del siglo XV".



La muestra tiene como eje argumental el diario del "Señor Alessandro", escrito entre 1930 y 1940, en el que iba relatando las curiosidades, rarezas y hallazgos que hoy forman parte de este museo y que han dado lugar a seis distintos apartados relacionados con el mundo de la magia y la brujería.

Ente las piezas más destacadas del museo está la cabeza disecada del vampiro Oktavius Von Bergengruen, así como la legendaria "Piedra del Valle", una estalactita hallada en el noroeste de Italia en 1929, cuya forma se asemeja a la de un cráneo humano agarrada por una mano.

El museo cuenta con una pequeña colección de instrumentos de tortura utilizados por la Santa Inquisición para hacer confesar a los acusados de brujería o bien para ejecutar a aquellas personas condenadas por este delito.

Entre estos instrumentos se encuentran la "silla inquisidora" -un banco con púas de acero en su asiento en el que se sentaba a los acusados- o un "sambenito" del siglo XVI, túnica con la que se vestía a los acusados cuando iban a ser ejecutados después de un auto de fe.

Además, el museo cuenta con una importante selección de venenos, alucinógenos y afrodisíacos utilizados por las brujas en la elaboración de pociones, compuestos en su mayoría por plantas como la mandrágora, la belladona, el cardamomo o la madreselva.



La cabeza disecada de esta foto, es del supuesto vampiro Oktavius Von Bergengruen


Alessandro Alviani aseguró que el objetivo de este nuevo museo es "mostrar a la luz lo que siempre ha estado en la oscuridad, con el único interés de mostrar los aspectos históricos y antropológicos de este mundo sin fomentar el aspecto morboso ni truculento".


Museo de las Brujas de Salem, Estados Unidos



Este Museo nos cuenta los sucesos que llevaron a juicio a ciento ochenta personas acusadas de brujería en el pueblo de Salem el verano de 1692. Un tribunal las juzgó rápidamente; el proceso de Bridget Bishop, por ejemplo, la primera acusada, comenzó el 2 de junio y el 10 de junio fue ejecutada.

Este sorprendente Museo nos espera con un espectáculo de luz, sonido y figuras de tamaño natural que personifican la historia y los juicios de brujas de ese fatídico año, examinando el fenómeno que afectó a un grupo de adolescentes, los estereotipos y mitos de la brujería en el siglo XVII y su terrible consecuencia, la “caza de brujas”.

La visita al Museo puede combinarse con un recorrido por las distintas ciudades que protagonizaron los hechos de brujería del año 1692, abarcando todos las ciudades que son mencionadas en el juicio y en libros publicados posteriormente, comenzando por supuesto por Salem.

Salem, en Massachusetts, fue fundada por Roger Conant; una estatua de este personaje luce a la entrada del Museo de las Brujas y con frecuencia, debido a la imagen que representa, con capa y sombrero, es confundido con un participante de los juicios de Salem. Sin embargo, Roger Conant pertenecía a una tradicional familia de comerciantes de Clayton; fue contratado por una compañía pesquera para administrar sus asuntos en Cape Ann, la actual Gloucester; Conant decidió buscar un lugar permanente para la compañía en la desembocadura del río Naumkeag, y así nació la ciudad de Salem cuyo nombre evoca la palabra hebrea Shalom que significa paz.

Conant murió en 1679 y los juicios se realizaron en 1692. Después de esto, Salem se convirtió en una ciudad próspera; en el siglo XIX se vio perjudicada por el desarrollo del transporte ferroviario que sustituyó al marítimo, pero actualmente es una ciudad cosmopolita y fascinante.

Los juicios de Salem fueron y son una inagotable fuente de inspiración para artistas y estudiosos. El escritor Arthur Miller revivió la historia como una alegoría del macartismo de mediados del siglo XX; la psicóloga Linnda Caporael adjudicó las extrañas conductas de las adolescentes a la influencia del cornezuelo del centeno, un hongo que afecta a este y otros cereales y cuya ingestión provoca espasmos y alucinaciones; en 1992, el Premio Nobel de Literatura Elie Wiesel dedicó una obra a los procesos de Salem. El Museo de las Brujas de Salem es uno de los principales atractivos turísticos de la ciudad.


El Museo de las Brujas en Navarra, España



El pequeño pueblo navarro de Zugarramurdi reabrió el antiguo hospital como museo de la brujería. El edificio, situado en el camino entre la localidad de 235 habitantes, y las cuevas que sólo en 2009 recibieron 73.000 visitas, quedó por fin visible y acondicionado de forma que ayuda a conocer y descubrir el fenómeno de la brujería las tradiciones y la represión inquisitorial del siglo XVII en la comarca de Xareta, integrada por Zugarramurdi y Urdax en Navarra y por Sara y Ainhoa en Francia.



El edificio, de tres plantas, es además de centro de interpretación de la brujería oficina de turismo y promoción cultural y ecológica en la zona. En la inauguración participaron el consejero en funciones de Cultura de Navarra, Juan Ramón Corpas, y el alcalde de Zugarramurdi, Jesús Aguerre.

El museo cierra un camino que se abrió hace más de cuatro años y que salió adelante al recibir ayudas de la comunidad y de la Unión Europea. Su objetivo no es otro que el de servir de complemento a las cuevas y como centro de interpretación de un fenómeno que ha dado nombre y fama mundial a Zugarramurdi, pero del que quieren romper algunos mitos. Al frente de él está Ainhoa Aguirre, responsable de los recursos turísticos de la localidad.

Ella misma aclara que la idea del centro es ofrecer una visión de lo que ocurrió en Zugarramurdi y «romper el mito de la bruja con la nariz arrugada, la verruga o la escoba»

En una primera fase, se han abierto tres de las cuatro plantas del edificio. En la primera, junto a una sala de actos en la que se podrá ver el audiovisual La caza de brujas y más adelante realizar charlas o actos culturales, se ha habilitado un mostrador de atención al público, la oficina de turismo y una tienda. También hay juegos interactivos sobre un mapa de la comarca de Xareta.



Ya en la primera planta, que como en la segunda se ha querido ambientar recreando «el mito, la realidad, las luces y sombras», se ha incluido un «bosque» en el que han quedado inscritos todos los nombres de las personas de la comarca relacionadas con el proceso inquisitorial y con el auto de fe de Logroño, que supuso el mayor proceso de brujería, con 7.000 causas. «La temática es la brujería, la mitología y la cultura vasca del siglo XVII, además de los procesos abiertos. También se recoge el fenómeno de la inquisición, el funcionamiento del tribunal, se recrea la zona de interrogatorios y de juicios y la plaza de Logroño, con un audiovisiual sorbe los akelarres», describe Ainhoa Aguirre. El proyecto museográfico redactado por la empresa catalana Stoa hablaba de un «centro temático que hable del universo de las brujas desde aspectos históricos, pero también antropológicos, científicos o mediáticos que permitan tener una idea que integre y supere la imagen única de las hogueras y escobas voladoras».

La segunda planta reproduce una visión de la comarca de Xareta, las creencias mitológicas de la zona. También se centra en la vida de la «etxekoandre». «Refleja la figura del ama de casa, porque en su mayoría eran mujeres, que eran tomadas por brujas pero que en realidad eran curanderas, parteras, expertas en herboristería y en la medicina natural que hoy está tan de moda», añade la responsable de los recursos turísticos de Zugarramurdi.

Junto a todos los elementos históricos se incluyen juegos interactivos y audiovisuales. «Se maneja información histórica del siglo XVII constrada por historiadores pero que se presenta de forma amena y actualizada al siglo XXI», añade Aguirre, que resalta el «interés y el morbo « que despierta un fenómeno «desconocido y oscuro» como el de la brujería.

Esta zona, con una ambientación y una estética claramente diferenciada, se destinará a talleres y a zona de exposiciones. También se han dispuesto estanterías, fotografías o fragmentos de películas relacionadas con la brujería.





Las cuevas de Zugarramurdi ya no están solas. Al abrir el Museo de las Brujas justo al lado y con él quieren completar la visita a la localidad para conocer el proceso inquisitorial que tuvo lugar allí entre 1610 y 1614. Durante esos casi cinco años procesaron a unas cincuenta personas y es justamente ésta la historia que se cuenta en el recién inaugurado museo. Junto con el proceso, también se rinde homenaje al entorno y a la forma de vida de la época.



«El museo de Zugarramurdi no es una colección de piezas o una exposición en sí, entre otras cosas porque la gran pieza del museo son las cuevas. Lo que pretendemos es explicar y dar a conocer todo aquello que se nos puede escapar con una simple visita a la cueva»


El Museo de la Brujeria, Berry, Francia



Esta en una granja un poco vieja, con 1.200 metros cuadrados de longitud, en la cual las brujas y brujos cobran vida en el famoso Museo de la brujería.




El museo de la brujería es un lugar, en el que se le rinde tributo a muchas historias que perduran al paso del tiempo, pasando de generación en generación, desde la época de la prehistoria hasta mediados del siglo XIX. Existe una gran cantidad de personas curiosas que se trasladan a este lugar durante todo el año, con el único objetivo de visitar este museo y poder conocer sobre el pasado de las brujas, las cuales están meticulosamente reproducidas, por medio a los escenarios en donde se supone que vivieron, hace mucho tiempo. El lugar seleccionado para instalar este museo, no resultó casualidad, sino que Berry, el elegido, es famoso por todas sus historias e incluso su literatura en relación al tema de las brujas y la hechicería. El museo de la brujería cuenta con salas dedicadas a: Druidas, Sombras, Duendes, Fantasmas.



Este museo se presenta como una nueva opción para los fanáticos de este tipo de temas o simplemente para las personas que son curiosas, resulta una visita divertida y poco usual, definitivamente diferente dentro del recorrido por Francia.

El museo de Holmavík, Islandia




El museo en Holmavík, en la región norte de Stradir, o museo de brujería tiene gran acogida por el público dada la importancia que este 'arte' ha tenido a lo largo de la historia de Islandia. Egill SkallaGrímsson y Svanur of Svanshóll son los dos hechiceros más famosos del país y decenas de personas fueron a la hoguera por "pactar con el diablo".


Los brujos eligiron esta región para concentrarse debido a su situación estratégica aislada de los centros más concurridos e importantes del país.

Su creencia por criaturas mágicas llega a tal punto que los islandeses cambiaron el proyecto de una carretera porque decían que allí vivían elfos.

Museo sobre la brujería, Inglaterra



Este museo esta en Cornwall,y acoge la mayor colección del mundo de objetos relacionados con la brujería, en sí, no esta solamente dedicado al tema en ese país, pero si se centra bastante.

Fue creado en 1951, por Cecil Williamson en Castletown. Antes había tratado de instalarlo en Stratford-on-Avon, pero como en aquel lugar no les gustaba la idea de convivir con seres procedentes de realidades alternativas, impidieron su fundación a base de obstáculos burocráticos




En 1946 conoció en Londres a Gerald Gardner, discípulo del célebre Aleister Crowley, y se asoció con él para diversos asuntos. Gerald Gardner está considerado hoy como el padre de la Wicca y, por lo que he visto, sus andanzas merecerían un capítulo aparte.

En 1948 Williamson adquirió el llamado Molino de las Brujas (Witches’ Mill) en la Isla de Man y lo convirtió en museo y restaurante. Gardner fue nombrado algo así como “brujo gerente”. Gardner buscó publicidad y logró convencer a varios periódicos y emisoras de radio y de televisión para que cubrieran las informaciones sobre brujería. En esa misma época (1951) fue derogada la Witchcraft Act o Ley de la Brujería (vigente desde 1735), por lo que ésta empezó a ponerse de moda.



Inicialmente Williamson quería que el museo mostrara la forma de mirar el mundo desde el punto de vista de la brujería, pero enseguida se dio cuenta de que lo que el público buscaba eran prodigios y empezó a dárselos. Gardner no estaba conforme con las exhibiciones de Williamson y con el tiempo la relación entre ambos socios se fue deteriorando, en especial desde que el segundo le retiró al primero una foto de una exposición.



Williamson decidió trasladar el museo a Inglaterra y en 1954 instaló su colección en Windsor. Pero la realeza y la brujería se mostraron incompatibles y se vio obligado a mudarse de nuevo, esta vez a Bourton-on-the-Water (Cotswold). Allí, la comunidad cristiana no se mostró contenta con la llegada de lo que consideraban el Mal y el satanismo. Los aldeanos llevaron a cabo protestas frente al museo. Williamson recibió amenazas de muerte y encontró gatos muertos colgados de los árboles del jardín. Un ala del museo fue incendiada intencionadamente. Era la hora de moverse otra vez.

Cecil Williamson se trasladó definitivamente a Boscastle (Cornwall) y se mantuvo al frente del museo hasta su muerte, acontecida en 1996 a los noventa años.

En agosto de 2004 el museo fue severamente dañado por unas inundaciones.

El Museo de la Brujería se organiza en categorias, como Adoración del diablo y satanismo, Círculos de piedra y lugares sagrados, Encantamientos y conjuros, Rituales mágicos, etc. Posee además una colección de 3.000 libros sobre el tema.


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